Quiero contar de mi vida, los años vividos: Sus alegrías y sus tristezas; los obstáculos de cada día, y el esfuerzo realizado para superarlos. Sé, que lo recorrido hasta hoy, es sólo un tramo; sin embargo, presento ante ustedes, los hechos y circunstancias vividas, para que les sirvan, a todo aquel, que necesita de una visión a futuro, y plantearse situaciones, que le pueden suceder en su propia vida, o en la de la de los que le rodean. Si bien, para muchos les parecerá que son etapas muy corrientes en la vida; para otros puede que sean difíciles de sobrellevar, si no se cuenta con una perspectiva previa.
Espero amigo lector, que luego de leer los capítulos de ésta autobiografía, seas generoso, respecto al juicio que hagas; y que, si encuentras hechos, que te parecen inapropiados o poco dignos, según tu punto de vista; te pido, trates de comprender lo que viví en esos días; haciendo un esfuerzo de empatía; y comprender, las limitaciones, carencias, temores, creencias, ideales, que me rodearon, en aquellos días; y, que me condujeron a actuar, de determinada manera.
No pretendo con ello, justificar ni tampoco evadir la responsabilidad que me cupo; por las acciones que tomé o por aquellas que omití; pero tampoco tu juicio; me hará sentir culpa por hechos pasados, que son parte de mi intimidad, y que en la generalidad de los casos, fueron superados, olvidados o simplemente rectificados.
El escribir esta autobiografía, es para mí, muy provechoso. De la meditación y análisis retrospectivo de los hechos, que me tocaron vivir, he obtenido la comprensión cabal y cierta, que éstos, fueron necesarios para madurar, para ser mejor, y alcanzar paz. Por otro lado, ahora comprendo, que la brevedad de nuestros días, y la impaciencia por vivirlos, me impidieron en su momento, reconocer lo que había experimentado, como bueno.
Hoy por el contrario, acepto, que en ocasiones fue necesario postergar metas y en otras, trazar nuevas; todo ello, para que los resultados se dieran luego, de la manera adecuada. Sin embargo, debo enfatizar, que para resolver los problemas, hay que tener decisión y constancia para encararlos, pues con la perseverancia, se halla la habilidad para superarlos.
Me permito decirte, con la autoridad, que me da la experiencia, que siempre hay que conservar la fe y la esperanza; tanto en Dios como en ti mismo; y, que nunca es tarde para alcanzar lograr lo que uno desea. El tiempo es sólo un concepto, una referencia; y lo que realmente importa, es realizar nuestros sueños. Para ello uno debe esforzarse y tomar conciencia de lo que se desea; de ésta manera, lo que se anhela, llegará.
Y cuando parezcas navegar contra la marea y aunque la adversidad parezca vencerte, no abandones, ni dejes de luchar; más bien allí, donde la desesperación impere, toma aliento, saca fuerzas de flaqueza, y sigue adelante.
Es posible, que en algún momento, debas orientar nuevamente el rumbo; pero siempre debes seguir observando, el norte o ideal, que es tu guiará hacia un buen puerto; pues sino el viaje, que es tu vida, presentará muchas complicaciones y peligros; que hará parezca el seguir su curso, no tenga sentido.
Espero amigo lector, que luego de leer los capítulos de ésta autobiografía, seas generoso, respecto al juicio que hagas; y que, si encuentras hechos, que te parecen inapropiados o poco dignos, según tu punto de vista; te pido, trates de comprender lo que viví en esos días; haciendo un esfuerzo de empatía; y comprender, las limitaciones, carencias, temores, creencias, ideales, que me rodearon, en aquellos días; y, que me condujeron a actuar, de determinada manera.
No pretendo con ello, justificar ni tampoco evadir la responsabilidad que me cupo; por las acciones que tomé o por aquellas que omití; pero tampoco tu juicio; me hará sentir culpa por hechos pasados, que son parte de mi intimidad, y que en la generalidad de los casos, fueron superados, olvidados o simplemente rectificados.
El escribir esta autobiografía, es para mí, muy provechoso. De la meditación y análisis retrospectivo de los hechos, que me tocaron vivir, he obtenido la comprensión cabal y cierta, que éstos, fueron necesarios para madurar, para ser mejor, y alcanzar paz. Por otro lado, ahora comprendo, que la brevedad de nuestros días, y la impaciencia por vivirlos, me impidieron en su momento, reconocer lo que había experimentado, como bueno.
Hoy por el contrario, acepto, que en ocasiones fue necesario postergar metas y en otras, trazar nuevas; todo ello, para que los resultados se dieran luego, de la manera adecuada. Sin embargo, debo enfatizar, que para resolver los problemas, hay que tener decisión y constancia para encararlos, pues con la perseverancia, se halla la habilidad para superarlos.
Me permito decirte, con la autoridad, que me da la experiencia, que siempre hay que conservar la fe y la esperanza; tanto en Dios como en ti mismo; y, que nunca es tarde para alcanzar lograr lo que uno desea. El tiempo es sólo un concepto, una referencia; y lo que realmente importa, es realizar nuestros sueños. Para ello uno debe esforzarse y tomar conciencia de lo que se desea; de ésta manera, lo que se anhela, llegará.
Y cuando parezcas navegar contra la marea y aunque la adversidad parezca vencerte, no abandones, ni dejes de luchar; más bien allí, donde la desesperación impere, toma aliento, saca fuerzas de flaqueza, y sigue adelante.
Es posible, que en algún momento, debas orientar nuevamente el rumbo; pero siempre debes seguir observando, el norte o ideal, que es tu guiará hacia un buen puerto; pues sino el viaje, que es tu vida, presentará muchas complicaciones y peligros; que hará parezca el seguir su curso, no tenga sentido.
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